NO HAY DESARROLLO
No hay desarrollo ni futuro sin el Ferrocarril
04 de octubre de 2019 Por Ricardo Luis Mascheroni*
A partir del golpe a Perón comienza la
declinación del ferrocarril que se profundiza en el gobierno de
Arturo Frondizi, en el que el Gral. Thomas B. Larkin pergeña su
plan de sustitución de trenes por el transporte automotor y muchos
ramales se cierran.
Estación de Trenes abandonada
Por
Ricardo Luis Mascheroni*
Estoy convencido que para todo proceso de desarrollo, se debe
especialmente tener en cuenta el sistema de transporte sobre el cual
se va a apoyar el mismo, de otra manera sólo construimos sin
cimientos. Peor, es seguir insistiendo con el transporte automotor,
anunciando cada tanto la construcción de autovías por cifras
millonarias.
De cara al 2020, su ausencia como motor del despegue económico,
es poco menos que suicida. Hace 162 años el llamado
Ferrocarril del Oeste, que iba desde Estación del
Parque (hoy teatro Colón), hasta la
Estación Floresta, con la
locomotora "La Porteña", comenzaba en
nuestro país, una expansión productiva, social y territorial,
aliada al crecimiento de las vías férreas, las que llegaron a tener
una extensión de 47.000Km.
HISTORIA DE LA DEBACLE
A partir del golpe a Perón comienza la
declinación del ferrocarril, que se profundiza en el gobierno de
Arturo Frondizi, en el que el Gral.
Thomas B. Larkin pergeña su plan de sustitución de
trenes por el transporte automotor y muchos ramales se cierran, no
obstante FF.AA. se mantuvo dentro de la esfera
estatal.
Con el gobierno neoliberal de Carlos Menem comienza
el desguace del Estado y se decreta a principio de
los 90 el cierre de la mayoría de los corredores ferroviales y el
remate de sus bienes, con miles de trabajadores en la calle, bajo la
consigna “Ramal que paró, ramal que cerró”.
En los gobiernos kirchneristas, hacia el final de la gestión, se
plasmaron algunos proyectos de mejoras, con nuevos equipamientos,
pero sin variar sustancialmente el panorama.
En la actual administración, si bien los corredores más
rentables tuvieron un mayor impulso, un reciente decreto del P.E.N.
dispone: "Delégase en el MINISTRO DE TRANSPORTE la facultad de
clausurar ramales ferroviarios en forma definitiva y proceder al
levantamiento de las vías y demás instalaciones ferroviarias".
En el neoliberalismo hay una continuidad enlazada por una política
antinacional y antipopular que jerarquiza los ramales de mayor
rentabilidad, la ganancia de los grupos multinacionales de la
industria de los motores pesados y la obra pública de autopistas,
condenando al olvido a amplias zonas de la geografía nacional.
Esas políticas provocaron la caída de innumerables economías
regionales, la muerte de cientos de pueblos y ciudades nacidos a la
vera del ferrocarril, y en materia social la desocupación de casi
100 mil trabajadores que pasaron a engrosar las
estadísticas sobre pobreza.
Desde las esferas oficiales y en complicidad con los intereses de
las grandes corporaciones, se dio por sentado en forma irremediable y
definitiva la defunción del ferrocarril como medio de transporte, ya
que casi ninguna de las variantes propuestas para este sistema,
plantearon la necesidad de reactivar ramales, en un plan de
desarrollo integral del mismo.
Es más, algunas obras de magnitud, como el puente Santa
Fe-Paraná está proyectado sin ramal ferroviario.
Algunos
gobiernos respondiendo a directrices de las grandes multinacionales
automotrices y del caucho, que agudizan la dominación y la
dependencia económica y tecnológica, privilegian al automotor por
sobre otro medio de transporte (ferroviario, fluvial por barcazas),
aunque de hecho éstos sean más eficientes y baratos.
Paralelo a su desguace, en la Cumbre de Río de 1992,
el Gobierno suscribió el compromiso de reactivar el
transporte ferroviario en una perspectiva de desarrollo sustentable y
como medio no agraviante del entorno.
CRISIS AMBIENTAL
Uno de los mayores problemas ambientales con los que la humanidad
se enfrenta, es el cambio climático con sus terribles secuelas
económicas, ambientales y sociales, que recaen sobre todos.
Este fenómeno tiene en la quema de combustibles fósiles y a la
emisión a la atmósfera de dióxido de carbono, entre otros gases, a
su principal responsable, por lo que la explosión automotriz agravó
el proceso de deterioro global de las condiciones ambientales.
Argentina consume en el transporte casi el 50%
de la energía que produce y su resultado es un medio de locomoción,
caro, inseguro contaminante y que agrava la accidentología vial.
La Agencia Europea de Medio Ambiente,
establece que desplazar una persona un kilómetro en coche, supone
unas emisiones de 120 gramos de CO2, causante del
calentamiento global, si el desplazamiento se realiza en ferrocarril
estas emisiones se reducen a 45 gramos, casi 3
veces menos y para el caso de cargas, la diferencia es
mayor, ya que desplazar una tonelada a lo largo de un kilómetro en
camión, se emiten 120 gr de CO2 y
sólo 23 gr si se realiza por ferrocarril, o sea
casi 6 veces menos.
ALGUNAS COMPARACIONES
Veamos algunas relaciones comparativas de costo entre el
transporte automotor y el tren, aunque los estudios puedan estar
desactualizados, queda claro lo siguiente:
-
Las autopistas cuestan 500.000 U$S
x Km.
-
Las vías férreas 205.000 U$S x
Km., incluida la infraestructura de estaciones, existiendo hoy, en
forma ociosa, muchas de ellas.
-
La vida útil de las primeras es
de 7 años contra 30 años de las vías.
-
Un km. de autopista necesita de 10
Ha., casi siempre de las mejores tierras, que se transforman en
improductivas, contra 2 o 3 Ha. en el caso del tren.
-
Una formación de carga transporta
el equivalente a más de 50 camiones, lo que en términos
ambientales significan más de 50 motores emitiendo gases de efecto
invernadero, más de 1.000 cubiertas desgranando y volatilizando
caucho, asbestos cancerígenos de las pastillas de frenos y placas
de embrague y miles de litros de otros fluidos siempre
contaminantes.
-
Un tren puede transportar en forma
cómoda y segura 1.000 pasajeros, para ello se necesitan 20 ómnibus.
-
Ya circulan por el país convoyes
de hasta 100 vagones, lo que reduce aún más el tránsito de
camiones.
-
El camión despilfarra miles de
litros más de combustibles fósiles, un recurso no renovable.
-
Los accidentes son altamente
superiores en rutas, en las cuales el camión y el colectivo, las
transformaron en verdaderos corredores de la muerte, pero en este
sistema el hombre no cuenta, como tampoco los gastos sanitarios que
ello provoca y que deben ser asumidos en definitiva por toda la
comunidad. En Argentina desaparece casi una ciudad chica (entre 7 y
8 mil personas) por año, consecuencia de ese genocidio evitable.
-
El ferrocarril es más seguro,
según una estadística que dice: que el número de muertos por cada
1.000 millones de viajeros-km en la Unión Europea es de 0,2 en
ferrocarril y 8,7 en carretera. En otras palabras, la carretera
resulta 43 veces más peligrosa que el tren.
-
Un camión produce un deterioro vial 5.700 veces mayor que un
automotor, pero la patente y el peaje no reflejan esta relación,
por lo que toda la comunidad subsidia en definitiva a ese
transporte, con un mayor costo de traslado, que incide en el precio
final de los productos.
ALGUNAS OPINIONES
Lewis Mumford en su libro "La
Carretera y la Ciudad", dice: "...el
transporte, es un asunto demasiado importante para ser dejado en
manos de especialistas" y seguidamente expresa: "Cuando
Norteamérica, votó un programa de 26
billones de dólares para carreteras, lo más caritativo
que puede pensarse es que no tienen la menor idea de lo que están
haciendo. Dentro de los próximos años, será demasiado tarde para
corregir todo el daño causado a nuestras ciudades y campiñas, no
menos que a la eficiente organización de la industria del
transporte, por este programa mal concebido y tan absurdo por lo
desequilibrado". "Mientras los fondos y los subsidios se
vierten sin restricción en mejoras para carreteras, el ferrocarril
para largas distancias está languideciendo y hasta se permite que
desaparezca".
En 1993 el Pte. del Colegio de
Arquitectos de Rosario Sr. Peccia,
decía: "mientras los planificadores en los países
avanzados ponen énfasis en el logro de una mejor utilización de la
red ferroviaria existente, la preservación del entorno, el uso más
racional de los recursos energéticos, desalentando el transporte
individual como solución básica para el complejo problema urbano,
propiciando deliberadamente el transporte público, en la Argentina
se extiende el certificado de defunción al ferrocarril". "Desde
el punto de vista de la técnica urbana, el ferrocarril ha demostrado
idoneidad para la distribución territorial, baste saber que para
desplazarse una persona en automóvil necesita 42 m 2.
y 1 m 2. en tren".
"La pérdida de trenes de pasajeros constituye un impacto
en la ecología y una pérdida de seguridad si lo comparamos con la
alternativa del transporte automotor", Jorge Toto,
Confederación General de la Industria.
Podemos concluir que la planificación racional es una materia
pendiente en la acción estatal, proyectándose obras sin analizar
previamente las conveniencias, alternativas, impactos, modelos
productivos, costos-beneficios, mucho menos, beneficiarios de las
mismas y la equidad en la distribución de la riqueza.
Hoy frente a un cambio de gobierno sería bueno que se comience a
hablar de la reactivación ferroviaria en serio, como fomento y motor
de las economías regionales y del desarrollo nacional.
Creo que el regreso del tren, debe ser un reclamo de TODOS, a
integrarse prioritariamente con todas las entidades intermedias,
partidos políticos, colegios profesionales y la comunidad toda, como
mecanismo para pergeñar el país que queremos y nos merecemos.
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Ricardo Luis Mascheroni
*Docente Universitario / HoraCero